miércoles, 30 de noviembre de 2011

El señorío de Valenzuela en Córdoba y el Señorío de Ucero en Soria


 18 de junio de 1291. Monasterio Femenino de Sancti Spíritus de Salamanca, documento 36.

Carta de arras dada por Esteban Fernández de Castro, pertiguero mayor en tierras de Santiago de Compostela en nombre de su hijo Fernando Rodríguez de Castro a Violante, hija de Sancho IV de Castilla y María Alfonso de Ucero, arras que consistieron en o meu castelo de Villa Martín que foy de don Rodrigo Ferrandes de Valdorna, avoe (abuelo) de dona Aldonza Rodríguez, mia moller que foy, además de tierras en Santiago de Compostela y en Toroño, i.e., Coto d'Arcos de Condesa, coto de Salcedo, y lo que tiene en Quella y en Quintaela y en Teys e estes lugares sobreditos sum de mina avoenga (abuela). También los cotos de Valladares, de Gulaos, de Nogueira, de Caldelas y de Pías que dice habían sido de su mujer Aldonza Rodríguez.

Pero antes veamos que, 

Pedro Fernández de Castro "el Castellano", muere en  Marruecos en 1214. Fue mayordomo mayor de Alfonso IX de León. Casa por segunda vez con con María Sancha de León, hija del infante Sancho "el Cañamero".

Pudo nacer Pedro Ruiz de Castro, I alcaide de los Alcázares de Córdoba, que casaría con su prima hermana Sancha Alfonso, hija de su tío Lope Sanchez, I señor de Valenzuela, que casa con su sobrina- hija de un primo hermano- Aldonza Rodriguez de León. 

María y Lope son hijos de Sancho Fernandez "el Cañamero".

Es Aldonza hija de un primo hermano de Lope y nieta de Alfonso IX.

Es Lope sobrino de Alfonso IX como hijo del infante Sancho Fernandez "el Cañamero"

Sancho Fernández de León "el Cañamero",  1186 - 1220. El infante Sancho falleció a los treinta y cuatro años de edad, como consecuencia del ataque de un oso, que le mató cuando salió a cazar, en la localidad de Cañamero, Cáceres. Fue hijo de Fernando II de León y de su tercera esposa,  Urraca López de Haro. Sus abuelos paternos fueron Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y León, y su esposa, Berenguela de Barcelona y los maternos Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya, Haro y Nájera, y Aldonza Rodríguez. Fue medio hermano de Alfonso IX de León, padre de Fernando III el Santo, rey de Castilla y León,

" El Cañamero" contrajo matrimonio con su prima hermana Teresa Díaz de Haro, hija de Diego López  de Haro, señor de Vizcaya y conde de Haro, hermano de Urraca Díaz de Haro que con Fernando II es madre de “el Cañamero”. 

Padres de

Diego Sánchez de León. Señor de Funes, Alba de Tormes y Salvatierra. Contrajo matrimonio con Teresa Gómez de Villalobos, hija de Gómez González de Aza y de su esposa Teresa Gil de Villalobos.

María Sánchez de León. Casó por primera vez con Pedro Fernández de Castro "el Castellano".  Padres de Pedro Ruiz de Catro, I alcaide de los alcázares de Córdoba. Una vez viuda de su primer marido, que falleció en Marruecos en 1214, contrajo un segundo matrimonio con Gómez Enríquez de Deza, señor de Probaons y Vendos, e hijo de Enrique Fernández, primer señor de Probaons.

Lope Sánchez de León. Señor de Valenzuela, localidad cordobesa que fue conquistada a los musulmanes en 1235, un año antes de la conquista de la ciudad de Córdoba. Según antiguos genealogistas, contrajo matrimonio con Aldonza Rodríguez de León, no obstante, el único matrimonio documentado de Aldonza fue con Esteban Fernández de Castro, señor de Lemos y Sarria y padre de Fernando Rodríguez de Castro. Fue sepultado en la desaparecida iglesia de San Pedro de Valenzuela.


No es con Aldonza es con su hermana Doña Sancha Alfonso de León, hija segunda de D. Rodrigo Alfonso de Leon , hermano del Santo Rey D. Fernando, Señor de Castro del Rio , y Cabra, Adelantado mayor de la Frontera, y de Doña Inés Ruiz de Cabrera su muger. 


Aldonza, que casa con Esteban es hermana de Sancha Alfonso de León.

Aldonza Rodríguez de León,  1250 - antes de 1291. Hija de Rodrigo Alfonso de León, medio hermano de Fernando III el Santo, señor de Aliger y Castro del Río, y de Inés Rodríguez de Cabrera.

Fruto de su matrimonio con Esteban Fernández de Castro, señor de Lemos y Sarria, e hijo de Fernando Gutiérrez de Castro, nació un hijo llamado Fernando Rodríguez de Castro. Señor de Lemos y Sarria, de Cabrera y Ribera, Adelantado mayor de Galicia, Pertiguero mayor de Santiago y Comendero de la Iglesia de Lugo. Contrajo matrimonio con Violante Sánchez de Castilla, hija ilegítima de Sancho IV el Bravo, rey de Castilla y León, y ambos fueron padres de Pedro Fernández de Castro "el de la Guerra". Falleció en 1304, en el transcurso de una batalla librada en Galicia contra el infante Felipe de Castilla, hermano de Fernando IV el Emplazado.


Esteban y Aldonza tienen también una hija llamada Mayor Fernandez de Castro que casa con Egas, II señor de u Casa en Córdoba. 

Aunque algunos genealogistas antiguos consideran que Aldonza Rodríguez de León contrajo matrimonio con Lope Sánchez de León, I señor de Valenzuela que  es hermano de María Sánchez de León y casando los hermanos a su hijos de donde vienen los señores de Valenzuela. Son Lope y Maria hijos del infante Sancho Fernández de León "el Cañamero", hijo a su vez del rey Fernando II de León.

Su matrimonio con Esteban Fernández de Castro quedan confirmados en la carta de arras que otorgó su esposo, en nombre del hijo de ambos, a favor de Violante.

Aldonza Rodríguez de León  es hija Rodrigo Alfonso de León, medio hermano de Fernando III el Santo, señor de Aliger y Castro del Río y Adelantado mayor de la frontera de Andalucía. Contrajo matrimonio con Inés Rodríguez, hija de Rodrigo Fernández de Valduerna "el Feo", señor de Cabrera y alférez del rey Alfonso IX.

Aldonza casa con el I señor de Valenzuela  y son padres de Sancha Alfonso que casa con su primo hermano  Pedro Ruiz de Castro, I alcaide de los alcázares de Córdoba, hijo de María Sánchez de León, tía de Sancha,  y de Pedro Ruiz de Castro


D. Lope Sanchez, I señor del Castillo de Valenzuela, conquístador de Cordoba , Camarero mayor de su primo hermano el Santo Rey D. Fernando, valeroso Capitan en la Frontera contra moros, caso con  Doña Sancha Alfonso de León, hija segunda de D. Rodrigo Alfonso de Leon , hermano del Santo Rey D. Fernando, Señor de Castro del Rio , y Cabra, Adelantado mayor de la Frontera, y de Doña Inés Ruiz de Cabrera su muger, nieta paterna del Rey D. Alfonso de L,eon , y de Doña Aldonza Martinez de Silva [en quien procreo cambien el Rey a D. Pedro Alfonso, Maestre de Santiago, y a Doña Aldonza Alfonso, muger del Conde D.Pedro Ponce de Cabrera t progenitores de la Excma.. Casa de Arcos , y sus dependientes ] y nieta materna de D. Rodrigo Fernandez de Cabrera, llamado el Feo de Valducrna, Señor de Cabrera , y Rivera, y de su. muger Doña Maria Forlaz. 

Nacieron de esta grande union 1. D. Sancho Martinez, conquistador de la Villa, y Castillo de Jodar, de donde tomo el apellido , Adelantado mayor de la Fronrera , el qual caso con Doña Berenguela de Cabrera , de cuya union fueron hijos Sancho de Jodar, que vivia en 1o. de Mayo d« 1282. quando los Concejos de Cordoba , y del Reyno de Jaen , otorgaron cierta concordia con D. Gonzalo Tañez Doviñal , Señor del estado de Aguilar , Doña Juana Ruiz de Jodar, muger de Garci Mendez de Sotomayor, progenitores de los Marqueses del Carpio , y sus ramas, y Doña Teresa Martinez de Jodar, muger de Miguel Ruiz de Argote, Señor de Cabriñana , y Duernas en Cordoba, de los quales desciende todo este gran linage. 2. D. Pedro Sanchez de quien despues diremos. 3. Doña Sancha Alfonso, muger de D. Pedro Ruiz de Castro, Alcayde de los Alcazares de Cordoba, su primo hermano.



Diego López de Haro casa en primeras nupcias con María Manrique de Lara, hija del conde Manrique Pérez de Lara, I  señor de Molina y la condesa Ermesenda, vizcondesa de Narbona. Fruto de este matrimonio habría nacido Lope Díaz de Haro (Cabeza Brava) quien sucedió a su padre en el señorío de Vizcaya, pero no hay constancia documental de este primer matrimonio.

De su segundo matrimonio con Toda Pérez de Azagra, hija de Pedro Ruiz de Azagra, primer señor de Albarracín, este sí atestiguado, nacieron:

Lope Ruíz de Haro (el menor) o el chico, llamado así para diferenciarlo de su hermano mayor Cabeza brava, primer caudillo del reino de Jaén y I señor de La Guardia y Bailén que contrajo matrimonio con Berenguela González de Girón.

Pedro Díaz de Haro, señor de Cárcar.

Urraca Díaz de Haro quien contrajo matrimonio con el conde Álvaro Núñez de Lara y, una vez viuda, fue abadesa en el Monasterio de Cañas, La Rioja.
Aldonza Díaz de Haro casada con Rodrigo Díaz de los Cameros conocido como «el Trovador», hijo de Diego Jiménez, señor de los Cameros y Guiomar Rodríguez de Traba.

María Díaz de Haro, casó con el conde Gonzalo Núñez de Lara, hijo del conde 

Nuño Pérez de Lara y la condesa Teresa Fernández de Traba. Al enviudar, entró en el Monasterio de San Andrés de Arroyo donde después de hacer el noviciado, sucedió a su tía Mencía López de Haro como abadesa.

Teresa Díaz de Haro. Contrajo matrimonio con su primo hermano el infante Sancho Fernández de León, hijo del rey Fernando II de León y de  Urraca López de Haro, hermana de Diego López de Haro.

Mencia Díaz de Haro. Casó con Álvaro Díaz de Cameros, hermano del marido de su hermana Aldonza.


El Señorío de Algarinejo, al igual que el de Valenzuela, se concede al III Conde de Cabra, Diego Fernández de Córdoba, y comprendía los Estados y Señoríos de Algarinejo, Córdoba, Granada, Loja, Montilla, Motril, Rute, Sevilla y Zuheros. Se integra con la Casa de Luque, junto al título de Cardeñosa, mediante el matrimonio de la V Condesa de Luque, Josefa Antonia Venegas, con Cristóbal Fernández de Córdoba.

martes, 29 de noviembre de 2011

María Manrique de Lara. Señora de Vizcaya.

El I señor de Albarracín casa con Toda Pérez de Arazuri. Padres de Toda que muere en 1216 y había casado con  Atón Orelya "Atorella Ortíz", hijo de Pedro Ortíz y Elfa de Moncada. Son Toda y Atón padres de Pedro que casa con Beatriz castella y Llanzol de quien vienen los condes de Concentaina en 1457, de apellido Llanzol de Romaní. Viuda casa Toda con Diego López de Haro el Bueno, 1140- 1214,  V señor de Vizcaya, casado primero con Maria Manrique de Lara. Con entronques de los hijos de los dos matrimonios del V señor de Vizcaya con las Casas de Castilla y León.

Es María Manrique de Lara hija de Manrique de Lara, muerto en 1164,  y de ermesenda de Narbona, muerta en 1175. 

Don Diego López de Haro es el Bueno, Navas de Tolosa en 1212, o el Malo, batalla de Alalrcos de 1195. 

Nace hacia 1152 y murió el 16 de octubre de 1214. Casado con Toda Pérez de Azagra, hija de Pedro Ruiz de Azagra, I señor de Albarracín. Le sucedió en el señorío de Vizcaya su hijo Lope Díaz de Haro Cabeza Brava. Fue padre también de Urraca Díaz de Haro quien contrajo matrimonio con el conde Álvaro Núñez de Lara. Viuda  fue abadesa en el monasterio de Santa María del Salvador de Cañas, La Rioja. Su nieto don Diego López de Haro será el fundador de Bilbao.


En 1204, Alfonso VIII reconoce a diego López de Haro la propiedad de la totalidad de Vizcaya, territorio que sus antecesores habían gobernado en el siglo XI, comenzando así a poner la base del poder de los Haro en el siglo XIII. Añadió Durango en 1212, poco después de la batalla de Las Navas de Tolosa. Muere en 1214.

Fue el primero de su familia que usó el apellido Haro, lo que consta en los documentos a partir de 1184. Fue también el inventor probable de su símbolo heráldico, el lobo con un carnero en la boca, que consta en su sello de 1198.

Haro estaba en manos de los señores de Vizcaya desde 1093 reinando Alfonso VI.

En la batalla de las Navas de Tolosa, 1212,  Diego López de Haro estaba al mando de la vanguardia cristiana. En estas circunstancias su hijo parece que le dice,  "Padre, que lo hagáis de modo que no me llamen hijo de traidor y que recuperéis la honra perdida en Alarcos". A lo que el viejo guerrero respondió: "Os llamarán hijo de puta, pero no hijo de traidor". 

María Manrique de Lara, la esposa del señor de Vizcaya y la madre de su sucesor,  era de costumbres libres y lo había abandonado.


 La leyenda negra le atribuyó a don Diego un matrimonio, que nunca contrajo, con María Manrique de Lara, hija del conde Manrique Pérez de Lara, I señor de Molina y la condesa Ermesenda, vizcondesa de Narbona. Fruto de este matrimonio habría nacido Lope Díaz de Haro Cabeza Brava quien sucedió a su padre en el señorío de Vizcaya, pero no hay constancia documental de este primer matrimonio. Aunque la leyenda si da sabrosos detalles.


"... Esta señora Doña María Manrique se le fue a don Diego con un herrero en Burgos. Cuando murió en satisfacción de su culpa, si bien se mandó que fuese enterrada en el monasterio de Huerta, pero no en el capítulo donde estaban sus padres, sino fuera de la iglesia a la entrada de ella para que todos hollasen su cuerpo, sobre el cual se puso una lápida de alabastro con su bulto de relieve, donde estuvo hasta los tiempos del emperador Carlos V, el cual pasando por aquel monasterio, y preguntada y sabida la causa de que sepultura tan lustrosa ocupase lugar tan humilde, mandó quitarle de allí y que la pusiesen dentro del capítulo con sus padres diciendo que ya había hecho harta penitencia."

Fray Juan de Salazar escribía en el siglo XVII en su historia de Navarra que el señor de Vizcaya,  


Fue casado dos veces. La primera con Doña María Díaz de Lara, hija del conde Don Nuño de Lara, si bien el conde Don Pedro la llama Doña María Manrique y dice ser hija del conde Don Manrique de Lara. Tuvo en ella un hijo llamado Don Lope Díaz.


 Crónica Geral de Espanha de 1344 de Pedro Alfonso de Portugal y Froes, conde de Barcelos,  El texto fue modificado durante la segunda mitad del siglo XIV para conciliarlo con la Estoria de Espanna del rey Alfonso X el Sabio.


La segunda vez casó Don Diego López de Haro el Bueno con Doña Toda Pérez de Azagra, hija de Don Pedro Rodríguez de Azagra, I  señor de Albarracín.
     
Dos hijas tuvo Don Diego en esta señora. La una fue la condesa Doña Urraca Díaz de Haro, que casó primero con el conde Don Alvar Núñez de Lara, y de segundo matrimonio con Don Rui Díaz Jiménez, señor de los Cameros. La otra fue la condesa Doña María Díaz, mujer del conde Don Gonzalo de Lara, señor de Lara.  

Urraca Díaz de Haro contrajo matrimonio antes del año 1217 con su pariente el conde Álvaro Núñez de Lara, hijo del conde Nuño Pérez de Lara y de la condesa Teresa Fernández de Traba y fue por este enlace que ostentaba el título de condesa aún después de haber fallecido su marido. No hubo descendencia de este matrimonio, falleciendo él en 1218 en Uclés. Juntos aparecen en la documentación del Monasterio de Uclés en mayo 1217 cuando el maestre de la Orden de Santiago García González de Arauzo y el monasterio dan en prestimonio vitalicio al conde Álvaro, procurador del rey Enrique I de Castilla, y a su mujer Urraca, las villas de Paracuellos y Moratilla. En agradecimiento, los condes donan a la orden la villa de Castroverde de Esgueva. 

Una hermana suya, María Díaz de Haro y Azagra, casó con un hermano de su marido, el conde Gonzalo Núñez de Lara. Con sucesión.

Son Álvaro y Gonzalo hijos de del conde Nuño Pérez de Lara y de la condesa Teresa Fernández de Traba. Es Nuño hermano de Manrique siendo de este hija la señora de Vizcaya.  Nuño y Manrique tienen una hermana llamada María que no parece casar con el señor de Vizcaya y si lo hace con un Castro, aunque sin hijos.


La sinagoga de Cuenca.


Capilla de los señores de Montemayor. Siglo XVI. Sepulcros de Juan Alfonso de Montemayor el Viejo y el Mozo.

Sepulcros trasladados a la Catedral en 1912 cuando fue demolida la iglesia de Santa María la Nueva levantada en los terrenos de la sinagoga. 


Los Montemayor fundan en Santa María la Nueva su capilla en 1426. Fundada por Juan Alonso de Montemayor.



La catedral de Cuenca está dedicada a Santa María y a San Julian. La antigua sinagoga cuando se transforma en iglesia está también dedicada a Santa María y para evitar confusiones con la Catedral se llamará de Santa María la Nueva.

LA CAPILLA DE SAN MARTÍN. Fue fundada por el canónigo Martín de Huélamo a mediados del siglo XVI. Dispone de una reja forjada, obra de Hernando de Arenas y realizada en 1548. El retablo de esta capilla está dedicado a San Martín en estilo plateresco con medallones realizados en alabastro por Giraldo de Flugo, en el que se combinan la madera policromada, la pintura sobre tabla y el alabastro. Bajo el arcosolio se encuentran los sepulcros de los Montemayor, traidos de la iglesia de Santa Maria la Nueva o de Gracia, antes la sinagoga de Cuenca. Familia de conversos algunos de cuyos miembros estaban enterrados en su capilla de la sinagoga, arruinada y demolidada a comienzos del siglo XX.

Son los Montemayor y Córdoba, Hidalgos, en su rama principal, señores del castillo de  Montemayor y Dos hermanas y de Alcaudete, Córdoba, desde el siglo XV.

En Cuenca formaron parte de la élite municipal los de una rama secundaria asentada en Cuenca. También hubo Montemayor en Huete. 

El castillo de Dos hermanas se alza sobre una pequeña elevación del terreno junto al arroyo Carchena, cerca de la carretera que une Montemayor con la vecina localidad de Espejo.

Hay un pueblo llamado Dos Hermanas en Sevilla.


El II señor de Montemayor, Dos Hermanas y Alcudete casa en segundas nupcias con Teresa Mendez de Sotomayor de la Casa de los señores de El Carpio. Padres de una niña. De ella los condes de Cabra.




Es del primer matrimonio hijo el III señor de Montemayor y Alcaudete. De ellos los condes de Alcaudete en tiempos de Carlos V.

En el siglo XVII, La VI Condesa casa con el VII conde de Oropesa.

El Castillo de Montemayor es ahora un Hotel.


Señor de Guardarromán es Diego Alfonso de Montemayor y Cordoba, hijo del VI señor del castillo de Dos Hermanas, y I señor de Montemayor de nombre Alonso Fernandez de Montemayor y Cordoba y de Juana Martinez de Leiva. Hermano del II señor de Montemayor, Dos Hermanas y Alcaudete. Casa con   Elvira Alfonso de Mendoza, hija de Fernando Vazquez de Mendoza, alcaide de la villa de Moya.







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Juana de Luna Pimentel y Zúñiga, III condesa de San Esteban de Gormaz.



Diego López Pacheco, II  marqués de Villena por cesión de su padre en Arévalo en 1468, y II duque de Escalona.  II conde de Xiquena, IV señor de la villa de Belmonte y su tierra, V conde de San Esteban de Gormaz por su mujer nieta del Condestable Álvaro de Luna, y también por esta señor del Infantado. Mayordomo mayor del rey Enrique IV de Castilla, de su Consejo, mayordomo mayor de los Reyes Católicos. Muere en  Escalona en 1529. Había casado en 1469 con Juana de Luna Pimentel y Zúñiga, III condesa de San Esteban de Gormaz, señora de la ciudad de Osma y del Infantado, de las villas de Riaza, Maderuelo, Castilnovo, Fresno, Langa, Fresnas, Oradero, Alcozar y Barahona.

Muere la III condesa de San Esteban de Gormaz  en 1480 y es  sepultada en la catedral de Cuenca en la Capilla de los Caballeros o de los Albornoz y luego de los Carrillo de Albornoz. Fue madre de Juan Pacheco de Luna llamado a ser el IV  conde del estado  San Esteban de Gormaz, pero muere en 1501. Había nacido en Belmonte en 1472. Muere sin sucesión.

En la colegiata de Belmonte y en su cabecera levantada por el I marques de Villena están enterrados los padres y abuelos del I Marqués.

El II marqués de Villena fué enterrado en la capilla mayor del Monasterio del Parral, de Segovia.

La Capilla de los Caballeros es la capilla más importante de la Catedral. Fundada en el siglo XIII por don García Alvarez de Albornoz y su esposa doña Teresa de Luna. Se cree que originariamente esta capilla estaba situada en uno de los ábsides de la catedral y que fuerón destruidos para construir la doble girola. Refundada por Gómez Carrillo de Albornoz, canónigo y tesorero de la catedral en estilo renacentista siglo XVI. Trazada por Antonio Flórez, comenzarón las obras entre 1520 y 1525 siendo terminadas en 1531. 

En el suelo, el sepulcro de doña Teresa de Lunadestaca la cabeza y las manos de piedra blanca en relieve sobre la negra pizarra en la que se ha grabado la silueta del cuerpo. El sepulcro es obra del siglo XIV. Es el único resto que nos queda de la anterior capilla del siglo XIII.


Es así que se pierde el enterramiento de la III condesa de San Esteban de Gormaz.
También encontramos varios sepulcros con estatuas yacentes de alabastro, de García Álvarez de Albornoz y de Alvar García de Albornoz, padre y hermano del Cardenal de Toledo, don Gil de Albornoz , realizados en el siglo XVI durante la reforma de la capilla. Restaurados los sepulcros y la capilla desde junio de 2002, una vez finalizados, la capilla, de carácter privado, se abrió al público el 26 de octubre de ese mismo año.

Y también el sepulcro del obispo Antonio Palafox, colocado en esta capilla en el siglo XIX. 






En 1448 se adapta la cabecera para abrir una doble girola y se añade a la planta.

En el siglo XV se construye la sacristía y la sala capitular, detrás de la girola y se adosan a ella algunas capillas.

En el siglo XVI se edifican algunas capillas como la de los Apóstoles, la de los Albornoz y el arco de Jarnete que abre el claustro, también construido en esa época.

En el siglo XVII se levanta la capilla del Sagrario y se le encomienda la reforma de la fachada a los arquitectos José Arroyo y Luis Arriaga, imponiendo el estilo barroco pero conservando parte de su esencia gótica.

En el siglo XVIII Ventura Rodríguez realiza varios altares, en especial el de la Capilla Mayor.

En 1902 se produce el hundimiento de la torre de Giraldo, esto afectó gravemente a la fachada del templo, su reconstrucción se ha alargado hasta nuestros días.





Fernando Yáñez de la Almedina, (Almedina, Ciudad Real, h. 1475-1540). Pintor español. Puede ser considerado el «más exquisito pintor del Renacimiento en España». Se le cita por vez primera en unas Relaciones de los pueblos de España (1575), en la misma Almedina, como «licenciado Yánez».

Documentado en Cuenca a partir del 1525.

 se encarga del Retablo de la Crucifixión de la capilla de los Caballeros de la catedral. 

El estilo leonardesco se manifiesta en la Epifanía de la capilla de los Caballeros de la catedral de Cuenca, de la que Antonio Ponz, cuando todavía se desconocía su autoría, escribió que si no era de Leonardo da Vinci había de ser «de algún célebre hombre de los que iban a estudiar su obra a Florencia».

Del análisis de las pinturas ejecutadas en solitario al final de sus carreras se desprende un mejor conocimiento de la pintura italiana de finales de quattrocento por parte de Yáñez, quien maneja con soltura y combina con acierto en sus pinturas de la capilla de los Caballeros de la catedral de Cuenca modelos tanto de Leonardo como de Filippino Lippi, que parecen exigir una estancia en Roma previa a su paso por Florencia. La muerte de Lippi en 1504 y el abandono de la proyectada Batalla de Anghiari por Leonardo, que parte para Milán en mayo de 1506, explicarían el retorno a la península.

En 1525 se encontraba en Cuenca, donde otorgó poder, declarándose vecino de Almedina, para cobrar ciertas deudas que tenía pendientes en Valencia, poniendose de manifiesto que, a pesar del traslado a su localidad natal, no había perdido el contacto con Valencia. De 1526 a 1531 trabajó en la catedral de Cuenca en la capilla de los Albornoz y de los Carrillo de Albornoz, llamada de los Caballeros. En 1532 reaparece en Almedina como compadre en un bautizo, lo que se va a repetir en los años siguientes hasta octubre de 1537, fecha de la última referencia documental disponible. En el mes de enero de 1536, en una visita hecha a Almedina por los comisionados de la Orden de Santiago, se citaba a «Hernandiañez» entre los vecinos «de cuantía» de la localidad, lo que habitualmente implicaba un reconocimiento de hidalguía

Yáñez, que tuvo cuatro hijos, aparece documentado en Almedina hasta 1537, 

dedicándose por completo al desaparecido retablo mayor de su pueblo natal.

Introductor de las fórmulas quattrocentistas italianas en Valencia y Castilla la Nueva. Su conocimiento de la pintura de Leonardo da Vinci, con quien pudo colaborar en el perdido mural de La batalla de Anghiari, conjugando su influencia con la de otros pintores italianos como Filippo Lippi o Perugino, se pone de manifiesto tanto en el conjunto de su producción pictórica como en sus dibujos (Museo del Louvre) y en la labor de sus seguidores directos, como el conquense Martín Gómez el Viejo.

Retablo de la  Asunción. Capilla de los Caballleros. Obra de Martín Gómez



Albarracín. Teruel.

 Alfonso I el Batallador en 1122 dona a su vasallo Céntulo de Bigorra en Morláns de Sancta Maria de Albarracin El obispo de Zaragoza obtiene mediante privilegio de Ramiro II, expedido en 1134, las iglesias que correspondían a su diócesis, según la demarcación efectuada por Wamba durante el período visigodo, entre las que se incluía Albarracín. Donación refrendada por Alfonso VII de Castilla, Ramón Berenguer IV (1158) y Alfonso II (1170),


El señorío de los Azagra de 1170 a 1260.

Azagra, localidad navarra cercana a Calahorra. En la margen izquierda del río Ebro.

La independencia del señorío de Albarracín bajo la tutela del caballero navarro Pedro Ruiz de Azagra –hijo del fundador del linaje, don Rodrigo, señor de Alcanadre en 1140, está atestiguada desde 1170. Se atribuye a la donación de la ciudad efectuada por el rey de Murcia Muhammad ben Mardanis, alias Lobo, en pago de los servicios prestados en la campaña de Granada  de 1162.

Albarracín es por el contrario fruto de una acción político-militar de Navarra en tierras del rey Lobo, en virtud del tratado de Sangüesa, firmado el 19 de diciembre de 1168, entre Sancho VI el Sabio de Navarra y Alfonso II de Aragón, dando potestad al primero para conquistar este emplazamiento, hecho que se produjo en 1170. 

Pedro Ruiz de Azagra  hereda en 1157 los señoríos de Estella, Gallipienzo y luego Tudela, una vez fallecido su padr. Fortifica la ciudad y trae consigo pobladores navarros resistiendo con éxito la ofensiva conjunta castellano-aragonesa en enero de 1186. Alfonso II intentó atraerlo a su órbita nombrándole en 1177 señor de Daroca, tras ver truncados sus intentos de expansión hacia Cuenca ya que Alfonso VIII termina la conquista Cuenca  en 1178.


 En 1172 se crea el obispado de Albarracín al que se une Segorbe en 1248, vinculado al obispado toledano.

Es su II Señor el hermano de Pedro,  Fernando Ruiz de Azagra, entre 1186 y 1196, señor de Daroca, Calatayud, Estella y Arlucena, y fiel vasallo de Alfonso II de Aragón. Antes de su muerte encomendó la tutela del señorío durante la minoridad de su primogénito, Pedro Fernández de Azagra (1196-1246), que contaba cuatro años de edad, a la Orden de Santiago. Se le atribuye la primera redacción de los fueros de la ciudad. Cuando Jaime I organiza la conquista de Valencia le acompaña en la hueste aragonesa. A su muerte deja como heredero de Albarracín y Santa Eulalia a su primogénito don Álvaro Pérez de Azagra (1246-60), IV señor de Albarracín y de Santa Eulalia, Chelva, Tuesa y Altura. Casa con Inés de Navarra- enterrados en el Monasterio de Piedra–, hija del rey Teobaldo I de Navarra.

Concede tres nuevos fueros a Albarracín. –los relativos a la supresión del monedaje, la retribución de los alcaldes y el juramento del ordenamiento foral por los señores- aparece la figura jurídica de la Comunidad de Aldeas y la presencia de sesmeros-. En 1255 Jaime I concede el privilegio, ratificado en 1262, por el cual tanto los ganado como las mercancías de Albarracín podían transitar libremente por Aragón, eximiéndoles de peaje y lezda.

Entre 1260 y 1284 esta el señorío en la casa de Lara. Teresa Álvarez de Azagra, hija y heredera de don Álvaro –que tuvo otra hija menor, llamada Elisa–, casó con el poderoso señor de la Casa castellana de Lara, señores   de Moya y Cañete,  Juan Núñez de Lara, el Mayor, que vino así a ser el V señor de Albarracín  entre 1260 y 1284. Él Señorío cae en la órbita de influencia castellana, de donde llegaron nuevos pobladores que incrementan las relaciones económicos con Cuenca, en especial en el ámbito ganadero. Son 2,5 los maravedíes tributados por los dueños de rebaños superiores a cuatrocientas ovejas.

En la nueva guerra castellano aragonesa, Pedro III de Aragón se apodera de Albarracín, rindiéndola por hambre. Muerto el rey aragonés, Albarracín recupera su independencia y es dada a Inés Zapata, de la que había tenido un hijo natural Pedro III: el infante Fernando, que pasó a ser su nuevo señor. Transitoriamente es recuperada la ciudad por Alfonso III, mediante unos pactos con su hermanastro, para devolverla efímeramente a Juan Núñez de Lara, el Mozo, -hijo de el Mayor –que consiguió, desde su exilio en Francia, que su hijo casara con una hija de la reina María de Molina, pasando a ser señor de Molina de Aragón. 

Jaime II incorporará en 1300 el señorío de Albarracín a la Corona de Aragón, dotando a Albarracín del título de ciudad y del segundo lugar en las Cortes del Reino, tomando asiento tras los representantes de Huesca. 

Alfonso IV de Aragón casa con la infanta  Leonor de Castilla, hermana de Alfonso XI de Castilla, para evitar nuevos enfrentamientos, entregándole lacplaza en dote. En 1320 nace el infante Fernando  que pasó a ser su nuevo soberano. Leonor de Castilla, viuda  y temiendo las represalias del heredero al trono aragonés, Pedro IV, se refugió en la ciudad junto con su hijo. 

Pedro IV el Ceremonioso apoya al bastardo Enrique de Trastámara, aspirante al trono de Pedro I el Cruel de Castilla, lo que provocó que éste último invadiera en 1356 tierras aragonesas –muchas de las aldeas albarracenses fueron arrasadas y sus hombres hechos prisioneros– y valencianas. 

Sólo en 1379 Pedro IV  ya de  edad avanzada, logró incorporar la ciudad y su Comunidad a la Corona de Aragón, recibiendo el homenaje de fidelidad de sus habitantes y jurando sus fueros. 

En Albarracín hubo una población primitiva, romana e hispano-goda, de escaso número. Es verosímil que, a la llegada de los ejércitos musulmanes, existiera un núcleo de población organizado en torno a una iglesia o próximo a una ermita, dedicado al culto de Santa María.

La conquista musulmana de Albarracín y Teruel debió realizarse arrancando de Calatayud y siguiendo el curso del Jiloca.  Los cristianos de Santa María se quedaron.

De entre las familias musulmanas se distingue la de los Beni Razín desde el siglo X. La Sahla o Santa María de Levante sería un pequeño señorío vasallo al Califato. El siglo XI es el siglo de la ruina del Califato y del nacimiento, esplendor y muerte de las Taifas. Santa María fue la sede del gobierno del señorío independiente o reino de taifas de la Sahla donde siguen los Beni Razín. El alcázar y la Torre del Andador son levantadas o reconstruidas a fines del siglo X o a principios del XI.

Durante el reinado de Fernando I de Castilla los reinos de taifas  de  Badajoz, Sevilla, Toledo y Zaragoza aceptaron pagar parias al rey castellano. El señorío de los Beni Razín se salvó gracias a su posición estratégica y bien defendida por la naturaleza.

La Sahla no pudo dejar de entrar en guerra con los cristianos tras la toma de Toledo y quedaría ligada a los acontecimientos que se desarrollaron en el Levante con la intervención del Cid, primero, y con la de los almorávides, después.

El señor de Santa María se apresuró a prestar testimonio de vasallaje al Cid. Los alcaldes de los castillos pertenecientes a Aben Razín suministrarían al castellano los víveres que éste necesitara para su avituallamiento y comprarían lo que el Cid les ofreciera, procedente del botín que viniera a sus manos. Por su parte, el Campeador respetaría los dominios del señor de Santa María. No sabemos por qué razón el señor de la Sahla, mientras el Cid sitiaba a Valencia, quebrantó los pactos de vasallaje y se negó a pagar el tributo correspondiente al caballero castellano. Posiblemente había entrado en contacto con los almorávides. En los  meses de agosto, septiembre y octubre de 1093 las mesnadas del Cid se extendieron por las tierras de Albarracín, destruyendo, talando panes, apoderándose de toda clase de ganado y haciendo numerosos cautivos. Doce jinetes del señor de Santa María le sorprendieron cuando estaba con cinco de los suyos y en la refriega, aunque aquéllos tuvieron que escapar al galope, hirieron de gravedad al Cid de una lanzada en el cuello, de la que tardó algún tiempo en curar. Como consecuencia de esta campaña, Aben Razín, escarmentado, volvería, sin duda, a pagar tributo a Rodrigo y seguiría unido a él mediante un nuevo pacto de vasallaje. Queda en la duda si el señor de Albarracín ayudó al Cid con suministros en la toma de Valencia. Después de la toma de Valencia el señor de Albarracín se separó de nuevo del Cid y entró, al parecer, en contacto con los almorávides. En junio de 1098 el Cid ocupaba Murviedro, que quedaba desgajado de Santa María.

El Cid muere el 10 de julio de 1099 y el avance de los almorávides se torna imparable. Los reinos de taifas, excepto el de Santa María de Aben Razín y el de Zaragoza, habían sido borrados del mapa político de la España musulmana por los ejércitos almorávides. Pero en 1104 se asienta una pequeña guarnición almorávide que debió gobernar la fortaleza

Entre 1104 y 1170 que son los años entre la caída de los Beni Razín y la constitución del señorío cristiano de los Azagra de Navarra poco se sabe de Albarracín.

PEDRO RUIZ DE AZAGRA, I SEÑOR DE ALBARRACÍN.

Según la tradición, el Señorío independiente de Albarracín nació por concesión expresa del rey musulmán de Murcia, Muhammad Ben Mardanis, el Rey Lobo. Pero difícil era sostener la lejana y fuerte plaza de Albarracín y era mejor darla a un señor navarro, amigo del rey Sancho el Sabio, con el que tuvo directos tratos en 1161 y con el cual no tenía fronteras. Albarracín pasó a ser cabeza de un Estado cristiano independiente, creado por un rey moro para ayudarse en su hábil política. Ben Mardanis debió concebir la creación de un Estado cristiano en Albarracín al entregarlo a un valeroso señor navarro, fuertemente conectado con Navarra, donde era señor de Estella y Tudela, 

El Rey Lobo dio Albarracín a Pedro Ruiz de Azagra seguramente para crear dificultades entre los reinos cristianos, dejando un problema político a sus espaldas, además de pagar así sus servicios a un caballero navarro y atraerse otros mesnaderos navarros a sus ejércitos mercenarios, en los cuales fiaba y de los que dependía su poder.

Pero, Albarracín pudo nacer como una conquista o, al menos, como una acción político-militar de Navarra en tierras del Rey Lobo, de Murcia, en virtud del tratado hecho en Sangüesa el 19 de diciembre de 1168 entre Sancho VI el Sabio de Navarra y Alfonso II de Aragón, contra el Rey Lobo. A consecuencia de este tratado Navarra pudo conquistar Albarracín en 1170 y constituir su señorío independiente. Pedro Ruiz de Azagra, el cual inventaría más tarde la fábula de que le había entregado la plaza directamente el Rey Lobo, para sostener mejor sus derechos en ella frente a Castilla y Aragón.

Alfonso II y Sancho el Sabio acuerdan repartirse las conquistas que cualquiera de ellos hiciera en tierras del rey Lobo y, en general, en tierras sarracenas. La alianza se hacía por veinte años y sería continuada por sus herederos si alguno de los reyes moría antes del plazo. Navarra, que no tenía fronteras con los moros, nada podía perder con la hostilidad del rey moro, pero las ganancias que obtuviera, difícilmente podría conservarlas sin la amistad de Aragón. 

La constitución del señorío de Albarracín por Pedro Ruiz de Azagra comienza en 1170 y puede ser consecuencia del pacto de 1168. Pedro Ruiz de Azagra siguió por muchos años siendo vasallo del rey de Navarra por su tenencia de Estella, lo que prueba que si el señorío de Albarracín se estableció contra la voluntad de Aragón, primero, y luego contra Aragón y Castilla, desde el primer momento encontró apoyo en el rey de Navarra.

Los padres de  Pedro Ruiz de Azagra fueron  Rodrigo Pérez de Azagra, fallecido en 1156, y Toda López de Alagón. Tuvieron cinco hijos:  Pedro, García, Martín, Rodrigo y Fernando. Se encuentra el nombre de Gonzalo como el mayor que muere en 1172.

Pedro desde el año 1157 en que al parecer, muerto su padre, hereda los señoríos de Estella, Gallipienzo y luego Tudela, los cuales tiene por el rey de Navarra Sancho VI el Sabio.

De los  servicios del I señor de Albarracín al Rey Lobo nada se sabe documentalmente. Está documentado que siguiendo la política de su padre pasó al servicio de Alfonso VIII de Castilla, donde debía tener algunos heredamientos ganados por  Rodrigo Pérez de Azagra bajo Alfonso VII. En 1166 está en la Corte de Alfonso VIII, y recibe diversas casas de Toledo como merced. Todavía seguía en aquélla corte, pues el 7 de las calendas de diciembre de 1167 recibe en donación de Alfonso VIII la villa de Mocejón de la Calzada. Tal vez estando al servicio del Rey castellano, niño menor de edad entonces, pero en cuya política giró muchas veces Don Pedro Ruiz de Azagra, como veremos, pasaría al servicio del Rey Lobo de Murcia, en cuyas actividades por Levante interviene. Estando a su servicio, la tradición dice que le cedió la ciudad y Señorío de Albarracín. Don Pedro trajo pobladores de Navarra.

Pedro Ruiz de Azagra defendió el señorío de Albarracín sin reconocer vasallaje a los reyes de Castilla y Aragón.


El 16 de noviembre de 1186 muere el I señor de Albarracín. No se sabe cómo ni donde murió, ni el lugar donde está enterrado. El heredero resultó ser su hermano Fernando Ruiz de Azagra, fiel vasallo del rey de Aragón. 


El I señor de Albarracín casa con Toda Pérez de Arazuri. Padres de Toda que muere en 1216 y había casado con  Atón Orelya "Atorella Ortíz", hijo de Pedro Ortíz y Elfa de Moncada. Son Toda y Atón padres de Pedro que casa con Beatriz castella y Llanzol de quien vienen los condes de Concentaina en 1457, de apellido Llanzol de Romaní. Viuda casa Toda con Diego López de Haro el Bueno, 1140- 1214,  V señor de Vizcaya, casado primero con Maria Manrique de Lara. Con entronques de los hijos de los dos matrimonios del V señor de Vizcaya con las Casas de Castilla y León.

FERNANDO RUIZ DE AZAGRA, II SEÑOR DE ALBARRACÍN entre 1186 y 1196.  Parece que murió el 14 de junio de 1196, dejando como tutor de su joven hijo legítimo, Pedro Fernández de Azagra, a la orden de Santiago, donde era caballero su hijo bastardo llamado también Pedro Fernández.


PEDRO FERNÁNDEZ DE AZAGRA, III SEÑOR DE ALBARRACÍN entre 1196 y 1246.


Fue muy fuerte la influencia de Castilla, no sólo por el hecho de ser castellanas la Orden de Santiago y su madre, Teresa Ibañez. Esta tuvo cuatro hijos y parece que vivió en Albarracín.


De 1196 a 1210 no se conserva ningún documento que nos hable de Albarracín. Durante estos años la ciudad y su territorio parecen depender de Castilla en lo político. No obstante, las relaciones con Pedro II de Aragón son buenas. Los Azagra, por concesión real, siguen poseyendo Santa Eulalia y Burbáguena, lugares que permanecerán en manos de la familia hasta 1292 en que, por compra, se incorporan a la comunidad de Teruel. El mayor peligro parece ser las tentativas de la Orden de Santiago para quedarse con la ciudad y su tierra.

En 1213 muere Pedro II y le sucede, con 6 años, Jaime I. El señor de Azagra intervino activamente en la agitada minoría de Jaime I de Aragón, convirtiéndose a lo largo de toda su vida en el más aragonés de todos los señores de Albarracín. Don Pedro estará durante años al servicio del rey y, en 1218, figura como Mayordomo Mayor del Reino, la dignidad mayor de la corte. A partir de 1219 no aparece en los documentos reales y su influencia en la corte debe palidecer. Hacia 1223 parece que las relaciones entre el rey y Azagra se han normalizado de nuevo, y Don Pedro está de nuevo metido en las intrigas que caracterizan la minoría de Jaime I.


Don Pedro vivió poco en Albarracín y parece que dejó el gobierno a sus oficiales y también a su madre y a su mujer. En noviembre de 1227 redacta, en Albarracín, su primer testamento.


Pedro Fernández de Azagra iba en la hueste aragonesa que en mayo de 1233 se dirigía hacia Valencia. Participó activamente en las campañas para conquistar el reino de Valencia y mostró actitudes levantiscas tras la conquista. Se encuentra entre los nobles descontentos con las favorables capitulaciones concedidas a los derrotados moros de Valencia y participa en las disputas en torno al reparto de los bienes de los moros. Así mismo, fue uno de los nobles descontentos con el rey por no conceder el fuero de Aragón a las nuevas tierras.

Muere en 1246 y deja como heredero de Albarracín y Santa Eulalia a su hijo mayor don Álvaro. Don Pedro fue el que dio el fuero a Albarracín.

ÁLVARO PÉREZ DE AZAGRA, IV SEÑOR DE ALBARRACÍN entre 1246 y 1260.

No se sabe con seguridad cuándo ni dónde nació. Se tienen muy pocas noticias sobre su vida. No jugó un papel activo en la política aragonesa hasta 1253. Tanto él como su mujer dispusieron que se les enterrase en el Monasterio de Piedra.

El rey de Navarra muere dejando dos hijos menores.  La reina viuda optó por aliarse con Jaime I para evitar el acoso castellano. El señor de Albarracín era yerno de la reina viuda y jugó un papel en estos acuerdos y al lado del rey de Aragón. A partir de 1257 parece que las relaciones entre don Álvaro y Jaime I quedan rotas. Don Álvaro se retiró a Albarracín hasta su muerte, como atestiguan varios actos realizados, entre ellos la concesión de algunos fueros.

Don Álvaro se casó con la infanta navarra doña Inés, y tuvo dos hijas: doña Teresa y doña Elisa.

JUAN NÚÑEZ DE LARA, señor de Albarracín de 1260 a 1284. Muere en 1294.

Álvaro Pérez de Azagra tuvo dos hijas, Teresa y Elvira, la primera de las cuales le sucede, con unos 16 años, y está casada con Juan Núñez de Lara, castellano, que será el encargado del gobierno. El influjo del nuevo señor hizo que Albarracín girará en torno a la influencia castellana. Durante estos años llegaron pobladores de la zona de Castilla. El de Lara poseía en Castilla la zona de Cuenca lindante con la sierra, lo que también propiciaba unas más fáciles relaciones económicas, sobre todo en el ámbito ganadero.

Juan Nuñez de Lara parte en 1270 para la cruzada contra los infieles de Túnez, en la cual participó San Luis de Francia. En 1273 está ya de vuelta en Albarracín.

A partir de 1275 se le ve aparecer en las querellas políticas de Castilla en tiempos de Alfonso X el Sabio. A la muerte de Fernando de la Cerda, hijo mayor de Alfonso X, se entabla la lucha entre los partidarios de don Sancho, hijo segundo de Alfonso X, y don Alfonso de la Cerda, hijo de don Fernando de la Cerda. Juan Nuñez apoyó a don Alfonso de la Cerda. 

En junio de 1283 Pedro III de Aragón emprende una acción militar contra don Juan Nuñez. Pedro III puso cerco a Albarracín en abril de 1284, el cual concluye con la toma de la ciudad a comienzos de septiembre. El rey puso Albarracín en manos de su hijo bastardo don Fernando.

En el año 1300 recibió el título de ciudad.