miércoles, 29 de septiembre de 2010

San Pedro de Gaíllos. Segovia.


La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda tiene sus origenes en los siglos XI y XII, con la repoblación y organización de las tierras al sur del Duero, en la denominada Extremadura Castellana (extremo, frontera, límite), tras la desaparición de Almanzor.

Actualmente está constituida por los pueblos que por pertenecer al Concejo Sepulvedano formaban la Tierra de Sepúlveda, que se organizan en seis ochavos, cuya denominación y composición es la siguiente:

OCHAVO DE SEPÚLVEDA: Sepúlveda por sí sólo.

OCHAVO DE CANTALEJO: Cantalejo, San Pedro de Gaillos, Cabezuela, Fuenterrebollo, Sebúlcor, Aldeonsancho (incorporado a Cantalejo), Valdesimonte, Aldealcorvo y Villar de Sobrepeña (incorporado a Sepúlveda).

OCHAVO DE PRADENA: Condado de Castilnovo, Prádena, Casla, Sigueruelo (incorporado a Santo Tomé del Puerto), Santa Marta del Cerro, Perorrubio (incorporado a Sepúlveda), Castroserna de Abajo, Castroserna de Arriba (incorporado a Prádena), Valleruela de Sepúlveda, y Ventosilla y Tejadilla.

OCHAVO DE LA SIERRA Y CASTILLEJO: Cerezo de Arriba, Castillejo de Mesleón, Duratón (incorporado a Sepúlveda), Sotillo, Duruelo, Siguero (incorporado a Santo Tomé del Puerto), Cerezo de Abajo y Santo Tomé del Puerto.

OCHAVO DE BERCIMUEL: Bercimuel, Pajarejos, Grajera, Fresno de la Fuente, Encinas, Aldeonte, Barbolla, Boceguillas y Turrubuelo (incorporado a Boceguillas).

OCHAVO DE PEDRIZAS Y VALDENAVARES: Urueñas, Castrillo de Sepúlveda, Villaseca, Hinojosas del Cerro (estos tres últimos incorporados a Sepúlveda), Navalilla, Carrascal del Río, Valle de Tabladillo, Castrojimeno, Castroserracín, Navares de Ayuso, Navares de Enmedio, Navares de las Cuevas y el núcleo de Ciruelos.














Pertenece San pedro de Gaíllos a la comarca de la Villa y Tierra de Sepúlveda, dentro de lo que se viene llamando el nordeste de Segovia, como los cercanos y entre otros Perorrubio, Cantalejo, Fuentidueña y Turégano.

Palacio de Santa Cruz. Arquitectura civil mudejar de Cuellar. Segovia.



















El Palacio de Santa Cruz perteneció al marqués de Santa Cruz, y fue construido como residencia veraniega tras el matrimonio del marqués con una hija del duque de Alburquerque, cuyos escudos campean en su fachada.

Fue construido en el siglo XVIII en estilo mudejar, por lo que en su fachada predomina el ladrillo. Su estructura guarda gran similitud con algunas casas nobles del Madrid de los Austrias, y de muchos edificios de Medina del Campo, Valladolid. Destaca su fachada principal, así como la galería de madera de su fachada posterior, adosada sobre la muralla de Cuéllar. Se trata de un edificio único en Cuéllar en tanto a su planteamiento urbanístico de líneas rectas, en contraposición a las casas de origen medieval. Su fachada principal hace escuadra en la calle de su nombre, y se compone por jambas y dintel de granito, sobre el que se apoyan dos escudos con las armas del ducado de Alburquerque y del marquesado de Cadreita, que se había incorporado al marquesado de Santa Cruz. Sobre ellos se abre un balcón de estructura adintelada de ladrillo llagueado, cuyo modelo se repite en la fachada lateral. El edificio está compuesto de cuatro plantas: en los sótanos se localizaban grandes bodegas y caballerizas, actualmente desaparecidas, mientras que el resto de pisos estaban destinados a dependencias comunes.udéjar, por lo que en su fachada predomina el ladrillo. Su estructura guarda gran similitud con algunas casas nobles del Madrid de los Austrias, y de muchos edificios de Medina del Campo en Valladolid. Destaca su fachada principal, así como la galería de madera de su fachada posterior, adosada sobre la muralla de Cuéllar.

En 1997 se inauguró en la iglesia de San Martín el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar, que intenta mostrar mediante un espectáculo audiovisual la simbología del arte más genuino de Cuéllar, inmerso dentro de las características de la España medieval.


Los Encierros de Cuéllar, Centro de Interpretación en el convento de San Francisco, presumen de ser los más antiguos de España. Esta afirmación no se hace de forma gratuita, pues ya en 1215, siendo obispo de Segovia Geraldo, se realizó un sínodo ya que el episcopado tenía problemas con los laicos y eclesiásticos de algunas circunscripciones de la diócesis, concretamente con la de Cuéllar, Coca, Sepúlveda y Pedraza. El sínodo dicta una serie de artículos que regulan la vida y el comportamiento del clero; en concreto el quinto artículo prohíbe a los clérigos que jueguen a los dados y asistan a "juegos de toros", y si lo hicieran serían suspendidos de su ministerio. Ya en el siglo XIV, la reina Leonor, esposa de Juan I de Castilla, infanta aragonesa por su nacimiento, es señora de Cuéllar y a ella se quejan los hidalgos y pecheros de la Villa, y dando respuesta a estas quejas habla de que es costumbre inmemorial encerrar toros en Cuéllar. Con posterioridad, Beltrán de la Cueva, I duque de Alburquerque, ratifica esta sentencia en todos sus puntos. En el Archivo Histórico de Cuéllar se conservan documentos desde 1405 que hacen referencia a festejos con toros. Además de los Acuerdos del Regimiento, que ya en 1484 ordenan el pago de toros a dos personas diferentes, desde ese año las referencias a toros son constantes en estos Acuerdos, sobre todo para pagar las fiestas de San Juan y del Corpus, aunque también se corrían toros por acontecimientos especiales, como el nacimiento de algún heredero de la Casa de Alburquerque o la visita a la Villa de estos señores, así como para la celebración del fin de alguna epidemia.


Melchor Fernández de la Cueva y Enríquez de Ribera, IX duque de ALBUQUERQUE, VII marqués de Cuéllar, IX conde de Ledesma, IX conde de Huelma, Grande de España,IX señor de los estados de Mombeltrán, Pedro Bernardo y la Codosera, gentilhombre de cámara de Carlos II, de su Consejos de Estado y Guerra y Junta de Armada, capitán general de la Armada de la mar Océano en 1674. Casa en 1665 con su sobrina carnal Ana Rosolea Fernández de la Cueva Armendáriz y Ribera, Fernández de la Cueva y Díez de Aux Armendáriz, III marquesa de Cadreita, V condesa de la Torre de Perafán, Sevilla, señora de la villa y palacio de Cadreita en Navarra y de la villa y estado de Guillena en Sevilla, y del mayorazgo de los Castilla de Madrid, hija de su hermano Francisco, VIII duque de Albuquerque, y de Juana Francisca de Ribera y Armendáriz, II marquesa de Cadreita, condesa de la Torre. Padres, entre otros, de
  • Francisco Fernández de la Cueva y de la Cueva Enríquez de Cabrera Díez de Aux de Armendáriz Afán de Ribera, X duque de ALBURQUERQUE, y siguiente en los títulos de su Casa. Casa con Juana de la Cerda Aragón y Moncada, hija de Juan Francisco Tomás Lorenzo de la Cerda Enríquez de Ribera y Portocarrero, VIII duque de Medinaceli, y de Catalina Antonia de Aragón Folch de Cardona Fernández de Córdoba Sandoval Manrique de Padilla y Acuña, VIII duquesa de Segorbe, IX duquesa de Cardona, V duquesa de Lerma, IX marquesa de Pallars, VII marquesa de Comares, IX condesa de Santa Gadea, condesa de Ampurias, XIV condesa de Prades, XVI condesa de Buendía, IV condesa de Ampudia, marquesa de Denia, vizcondesa de Villamur, baronesa de Entenza, Grande de España. Padres de, Francisco Fernández de la Cueva, XI duque de ALBURQUERQUE. Es su segunda hija, la cuarta de su descendencia, y la primera que sobrevive María de la Soledad Fernández de la Cueva y Silva Díez de Aux de Armendáriz Afán de Ribera y Saavedra, VIII marquesa de Cadreita, señora de al villa y palacio de Cadreita en Navarra, VIII condesa de la Torre, señora de la villa de Guillena en Sevilla, y de la casa mayorazgo de Castilla. Casa en Madrid, iglesia de San Martín, en 1755 con José Joaquín de Silva Bazán y Sarmiento, IX marqués de Santa Cruz de Mudela, Toledo. Padres de, Francisco de Asís de Siva Bazán Fernández de la Cueva Díez de Aux de Armendáriz Afán de Ribera, IV marqués del Viso, VII marqués de Cadreita, IX conde de la Torre, señor de la villa de Guillena, casa con María de los Dolores Leopolda Cristina de Toledo y Salm-Salm, su prima segunda, hija de Pedro de Alcántara de Toledo Silva Mendoza Pimentel Enríquez de Guzmán de la Vega Sandoval Luna Cisneros Manzanedo Albornoz Ayala Fernández de Córdoba y de los Ríos, XII duque del Infantado, y de su segunda mujer la princesa Maria Anna von Salm-Salm, sin sucesión.

  • Es Ana Catalina de la Cueva y de la Cerda la VI marquesa de Cadreita y la VI condesa de la Torre, hermana del X duque de Alburquerque, casada con su primo hermano, Carlos Ambrosio Spínola, marqués de los Balbases, Burgos, en cuyo bisnieto Nicolás Osorio y Zayas, recae la sucesión de la Casa de Alburquerque como su XVI titular, a la muerte sin sucesión del XV titular que es tío abuelo de Nicolás.
Marqueses de los Balbases, los SPÍNOLA eran de origen genovés y a lo largo del siglo XVII participarían activamente en las campañas militares del reino, destacando la participación de Ambrosio Spínola en la toma de Breda en 1625; quien disfrutaba ya de numerosos bienes y títulos italianos, era duque de Sesto, príncipe de Pentime, duque de Rocapippirozzi y barón de Ginosa. Cuando Ambrosio se instala en España a comienzos del siglo XVII empieza a desempeñar importantes funciones administrativas: Comendador Mayor de Castilla, Superintendente General de Hacienda y culminaría con la obtención del título de marqués de los Balbases en 1621; previamente habían adquirido el señorío de dicha villa para dar un nombre al título. A lo largo de ese siglo mantuvieron sus tradicionales alianzas con los italianos Doria y Colonna, pero a partir del siglo XVIII empiezan a realizar matrimonios con nobles españolas, entroncan con los Alburquerque al contraer matrimonio Carlos Ambrosio Spínola con Ana Catalina de la Cueva, su nieto fue Nicolás Osorio, será este parentesco el que decida a los miembros del Consejo de Castilla a otorgarle a él en 1831 la propiedad del ducado de Alburquerque con “sus unidos y agregados”, e decir, condados de Ledesma y Huelma y marquesado de Cuéllar, con ello reúne en su persona todos los títulos y mayorazgos que acabarán conformando el actual ARCHIVO DE LA CASA DUCAL DE ALBURQUERQUE.

la Cueva, marquesa de Cadreita y duque de Alburquqerque.





Díez de Aux Armendáriz, marquesa de Cadreita.





El condado de la Torre de Perafán fue creado el 21 de noviembre de 1618 por el rey Felipe III a favor de Inés Enríquez de Tavera y Saavedra, esposa de Per Afán de Ribera y Castilla, de la Casa de Alcalá de los Gazules.

Antonia de Sandoval y Ribera, hija de la I condesa de la Torre de Perafán, casó con Lope Díez de Aux de Armendáriz, I marqués de Cadreita y virrey de la Nueva España. Su única hija Juana Francisca de Aux Armendáriz, II Marquesa de Cadreita, caso con Francisco Fernández de la Cueva, VIII Duque de Alburquerque, quedando incorporados ambos títulos a la Casa de Alburquerque, en cuyo archivo se conservan sus papeles.

Inés Enríquez de Tavera y Saavedra, I condesa de la Torre de Perafán;

Antonia de Sandoval y Ribera , II condesa de la Torre de Preafán;

Juana Francisca de Aux Armendáriz, III condesa de la Torre de Preafán. En adelante los titulares del ducado de Alburquerque.


Cuellar Mudejar. Segovia.




Hospital de la Magdalena.

Fue una institución fundada en 1429 por el arcediano Gómez González, fundador en el mismo año del Estudio de Gramática, para la acogida y el cuidado de los pobres vergonzantes de la ciudad. En los estatutos se indicaba también el lugar donde se debía construir dicha institución: en unas casas del barrio de San Esteban, que eran de su propiedad. Mientras se construía el edificio, se creó en el año 1427 la cofradía de la Magdalena con fines benéficos y de ayuda para el hospital. Muchos cofrades hicieron importantes donaciones.

Se conserva una descripción de la casa y de sus pertenencias, redactada por el mismo Gómez González. Tenía dos enfermerías con veinte camas situadas de manera que los enfermos pudieran seguir la misa de la iglesia sin desplazarse. La parte correspondiente al propio hospital ha desaparecido, pero la iglesia se conserva. Tiene su fachada principal a la calle, con una portada gótica de piedra y sobre ella están labrados los escudos de la Casa de Alburquerque y del arcediano, enmarcados por un alfiz. Sobre el alfiz puede verse la imagen en piedra de la Magdalena, titular del hospital. El interior de la iglesia es también de estilo gótico y conserva un retablo barroco con la imagen otra vez de la Magdalena y de los santos Roque y Esteban el Joven.

Convento de San Francisco y junto a él de la Purísima Concepción. Apadrinado San Francisco por los duques de Alburquerque en el siglo XV como su lugar de enterramiento hasta convertirlo en el templo más importante de toda la comarca, que por su envergadura y riqueza artística fue considerado la catedral de la villa. Su iglesia y claustro presentan un estado arruinado, aunque se conservan rehabilitadas las capillas laterales y sacristía, destinadas a eventos culturales. Junto a San Francisco se localiza también el convento de la Purísima Concepción, fundado en el siglo XVI.

Formando plaza natural con estos dos, se encuentra el convento de Santa Isabel o de Santa Ana.


Junto a ellos el de las Clarisas. El más antiguo de ellos es el monasterio de Santa Clara, que se localiza a las afueras de la población, junto a la carretera de Segovia. Se trata de una de las fundaciones clarisas más antiguas de España, pues consta que ya lo estaba una década antes de morir la propia Santa Clara de Asís, y la empresa fue llevada a cabo por una de sus discípulas a instancias de Fernando III el Santo. En el siglo XVI sufrió una importante remodelación a cargo del ducado de Alburquerque, que le confirió la apariencia renacentista que conserva en la actualidad.















Convento de Trinitarios fue edificado en el S XVI por los monjes Trinitarios, como ampliación de una ermita mudéjar, situada en la puerta de la muralla, de la que aun se conserva el ábside con sus arcos románicos de ladrillo. La construcción se llevó a cabo gracias a la fundación de las familias Velázquez, Bazán y Rojas, que a cambio obtuvieron el privilegio de ser enterrado en la capilla mayor

A principios del S XIX debió quedar sin uso, y en 1809 las tropas napoleónicas lo utilizaron como cuartel. El edificio fue recuperado por la familia Rojas cuando salió a pública subasta con motivo de la Desamortización de Mendizábal. Se desmontaron entonces los altares y la nave se dedicó a panera, cilla o granero, como tantas otras en Castilla.

En 1934 el gran espacio de la nave se subdividió interiormente para su reconversión en una vivienda de tres plantas.

Las iglesias mudéjares de Cuéllar datan en su mayoría del siglo XIII y son un buen ejemplo de la mezcla de culturas ocurrida en la Edad Media en las regiones fronterizas. Constituyen un destacado grupo de edificaciones y articulan la vida de cada una de las colaciones o barrios que formaban en la Edad Media la Villa, tanto a nivel espiritual como social y económico, pues en sus atrios se celebraban las reuniones vecinales, y tanto dentro como fuera eran enterrados los vecinos de la parroquia.

Iglesias de Cuellar, Iglesia de SAN ANDRÉS, Iglesia de SANTA MARINA,








Iglesia de SAN MARTIN, Iglesia de SAN ESTEBAN o del NIÑO DE LA BOLA, Iglesia de EL SALVADOR, Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel,

De origen románico y datada hacia el siglo XI, aunque en la actualidad presenta una variada muestra de estilos arquitectónicos debido a las reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos. Está dedicada a San Miguel Arcángel, patrón de la ciudad, y es la única iglesia de todas las existentes en Cuéllar que figura como parroquia. Se encuentra situada en el centro de la población, en la plaza mayor, y su fundación debió ocurrir en el siglo XI, a juzgar por los restos más antiguos conservados. Posteriormente, debido a ser el principal templo de la villa, y en gran medida a su ubicación, su estructura fue modernizada según los distintos estilos de moda de los siglos posteriores. Contiene restos del primitivo atrio mudéjar, así como varios ventanales de otro tardo-gótico decorado con bolas isabelinas y granadas. En el siglo XVIII sufrió una importante remodelación que modificó por completo su estructura, y en 1716 se instaló el retablo mayor de estilo barroco muy recargado que conserva en la actualidad, y en cuyo ático se contempla la imagen del arcángel.

En su interior se conservan obras de gran mérito, como lo es el lienzo que representa la Virgen junto a sus padres, denominado San Joaquín y Santa Ana con la Virgen niña y realizado por Luca Giordano; un cristo atado a la columna, procesional, de la mano de Pedro de Bolduque, o la Virgen del Rosario que preside el retablo mayor, del mismo autor. Pese a ello, una de las piezas más importantes del conjunto se observa en el exterior, concretamente en su torre: el reloj que aún permanece en ella ha sido identificado como el primer reloj de torre instalado en España del que se tiene noticia, datado a principios del siglo XIV.

Iglesia de SANTIAGO, Iglesia de SANTA MARIA DE LA CUESTA.

La villa de Cuéllar es denominada isla mudéjar, debido a la multitud de edificaciones realizadas en este estilo, tanto de carácter religioso como alguna civil. El mudéjar en Cuéllar se caracteriza porque no se emplea el ladrillo para todo el conjunto, sino sólo para la cabecera y las portadas, siendo el resto de mampostería y sillarejo. Otra de las características es que las últimas hileras del ábside suelen ponerse a modo de cuadros.

Además de las iglesias existentes en la actualidad pudieron existir hasta veinticuatro iglesias, entre ellas, San Roque, San Lázaro, Santa Lucía, San Cosme y San Damián, San Sebastián (1272) estaba cercana al monasterio de Santa Clara, y aún conserva su torre desmochada, San Juan (1325) ubicada entre la Concepción y Santa Clara, San Bartolomé (1356) en la ronda de su nombre, junto al convento de la Trinidad, Santo Domingo (1356) junto a la huerta del castillo, cuya ubicación permanece señalada por un crucero de piedra, Santa Águeda y Santa Lucía próximas a la iglesia de Santa María (1404), San Nicolás (1471) junto al castillo fue derribada en el siglo XV con permiso del obispado para ampliar la fortaleza, San Cristóbal (1415), San Gil (1363) en la plaza de su nombre, dentro de la ciudadela y junto a la judería y San Julián, además de las ermitas de Santa María de Luzmanes, la Encina y la Ventosilla.



Cuéllar. Arte mudejar.


Plano de Cuellar.






























Santa Marina.
Fue desamortizada en el siglo XIX, y sus propietarios derribaron el conjunto a excepción de su torre, que se conserva en la actualidad, siendo la única de ladrillo que se conserva en Cuéllar.





Iglesia de San Pedro. Ahora convertida en un bar.


















Como es costumbre en el mudéjar de la provincia, el ladrillo no se emplea para todo el conjunto, sino para la cabecera y las portadas, siendo el resto de mampostería y sillarejo..

El








San Esteban.













Iglesia parroquial
de San Miguel




Iglesia de El Salvador.









Iglesia de San Martín en la plaza de la fortaleza de Cuellar. Del siglo XII o XIII, declarada monumento artístico en 1931. El templo permaneció como ruina hasta una reciente restauración y su uso para actividades culturales.

Estas iglesias mudéjares del noroeste de la provincia de Segovia en torno a Cuéllar y Coca, son parecidas a las de otros muchos ejemplares dispersos por La Moraña abulense o las cercanas llanuras de Salamanca y Valladolid, al formar parte de una gran comarca común denominada Tierra de Pinares. Cuenta la Tierra de Pinares con casi cincuenta monumento, tanto iglesias parroquiales, como ermitas aisladas en los campos.Muchos de ellos semiarruinados al construirse en materiales blandos.

Cabeceras con arcos ciegos de ladrillo, portadas de arquivoltas, alfiz y torres de armoniosa geometría suelen ser los aspectos más admirados de este estilo.



Santa María de la Cuesta.