sábado, 18 de abril de 2009

Castillo y ermita de Santa Ana. Oliva. Valencia.



En los ángulos noreste y sudeste se reforzaba con potentes torreones circulares, orientados hacia la ciudad y hacia el camino de acceso. Estos torreones, fuertemente ataluzados, han sido aterrazados aunque aún conservan la mayor parte de sus cuerpos y en ellos se observan las aspilleras y troneras para el fuero artillero. El acceso se efectuaba por la parte oriental, a través de una rampa acodada.
Construido sobre el musulmán del siglo XII. En su recinto se levanta la ermita en el siglo XVI. La fortaleza cuyos restos han llegado hasta nosotros se corresponde con una construcción de prinicipios del siglo XVI, cuando la villa fue ampliada y refortificada. Por su estratégica posición serviría al doble propósito de vigilancia costera frente a los ataques de los piratas berberiscos y al mismo tiempo controlaría la población morisca del 'raval' anexo. La fortaleza estuvo en uso durante todo el siglo XVII, iniciándose a partir de entonces su proceso de abandono y ruina al haber perdido su valor estratégico tras la expulsión de los moriscos y haber cesado la amenaza corsaria.

En la foto se pueden ver los restos de un aljibe, construido en ladrillo y con bóveda de cañón.












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