viernes, 3 de octubre de 2008

La Órden del Hospital de San Juan de Jerusalen.

La misión de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, fundada en Palestina en el siglo XI, fue primero hospitalaria (atención de los hospitales de peregrinos a Jerusalén), pero tomó pronto carácter militar en su lucha contra los musulmanes, en el marco de las Cruzadas. Sus caballeros recibían el tratamiento honorífico de frey antepuesto a su nombre.
En el 637, los árabes se extendieron por Palestina, llevando por capitán al califa Omar. No fueron ni tan intolerantes ni tan crueles como suele figurarselos, permitiendo el califa Omar a los peregrinos la entrada en Jerusalén hasta el punto que, por la relación de un monje llamado Bernardo, del año 870, existía un hospital para los latinos (este nombre se daba para distinguirlos de los griegos). Con las cruzadas Godofredo de Bouillón al mando de un poderoso ejército, conquistó Jerusalén; en la ciudad donde Jesús predicó el amor. Aquellos que se decían sus seguidores cometieron una horrible matanza. A la vista del Santo Sepulcro, trocado el furor en piedad y horror, depusieron las armas y, consternados, vertieron lágrimas de arrepentimiento. Muchos de los cruzados renunciaron a volver a Europa y partieron su pan con enfermos y peregrinos.
Los orígenes de esta Orden de Caballería se remontan al año 1084, cuando unos mercaderes de la ciudad de Amalfi, en el reino de Nápoles, famosos por su piedad y moralidad de costumbres, se compadecieron de los peregrinos que acudían a Palestina en su deseo de visitar los Santos Lugares, exponiéndose no sólo a los rigores del clima, a las enfermedades, las penalidades de su largo viaje sino también a las vejaciones de que eran objeto por parte de los musulmanes. Con lo cual pusieron todo su empeño en conseguir del califa Husyafer una licencia para fundar un hospital para peregrinos junto a la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén bajo la advocación de San Juan Bautista. La proximidad de este templo hizo que la nueva orden recibiera el nombre de Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén. Tras la conquista de la Ciudad Santa por los cruzados en 1099, el primer Maestre de la orden, Gerardo de Saint-Geniez o Hainaut, de origen francés, nacido en la Provenza, a quien los documentos citan indistintamente como fundador y prior, decidió extender la obra por Palestina, Siria y la propia Europa, salpicando de hospitales la ruta de peregrinación a Tierra Santa. Creyó Gerardo llegado el momento de constituir la comunidad, sometiéndola a regla. Se adoptó la regla de San Agustín, el negro hábito y una cruz de paño blanco con ocho puntas, las ocho bienaventuranzas. El Papa Pascual II, les otorgó grandes mercedes en una bula del 15 de febrero de 1113, en la que papa aprueba la fundación de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. El sucesor del beato Gerardo, un caballero provenzal llamado Raymundo de Puy, dota a la orden del carácter militar para defender a los peregrinos que acudían a Jerusalén.
Tuvo su primera sede en Jerusalén, en 1142, en el castillo del Krak de los Caballeros, cerca de Trípoli, que convirtieron en una fortaleza inexpugnable. Tras la caída de Jerusalén en manos de Saladino en 1187 (en la que murió el Gran Maestre de la orden), pasó a San Juan de Acre, donde construyeron un hospital. Cuando los cristianos fueron expulsados de Palestina (1291), pasaron al reino de Chipre y de ahí a la isla de Rodas, que conquistaron en 1310. La orden se convirtió en una potencia naval en el Mediterráneo. Rodas se convirtió en una fortaleza inexpugnable que resistió cinco asedios. El último, en 1522, dirigido por Solimán el Magnífico, duró seis meses. Finalmente, la orden tuvo que capitular y abandonar la isla. Tras la expulsión, se asentaron brevemente en Sicilia, hasta que el rey Carlos I, con el beneplácito del papa Clemente VII, les cedió las islas de Malta, Gozo y Comino, así como Trípoli, en el norte de África, actual Libia. La orden debía ser neutral en las guerras entre naciones cristianas.
En 1798, Napoleón Bonaparte, durante la campaña de Egipto, ocupó la isla (véase Toma de Malta (1798)), obligando a la orden a abandonarla. En 1800 los ingleses se hicieron con Malta, pero aunque fueron reconocidos los derechos de la orden sobre Malta en el Tratado de Amiens (1802), no pudieron retornar. Después de haber tenido sedes provisionales en Mesina, Catania y Ferrara, la orden se estableció finalmente en Roma en 1834, donde su sede goza del privilegio de la extraterritorialidad. En 1961, la Santa Sede aprobó unos nuevos estatutos de la orden. En la actualidad, la orden se dedica a tareas benéficas.
La Orden ha sido conocida con distintos nombres a través de la historia:
Sacra Religione e illustre Milizia di S. Giovanni Gerosolimitano (1602),
Sacra Religione Militare di S. Giovanni Gerosolimitano, detta di Malta (1703),
Sacro Militare Ordine Gerosolimitano, oggi di Malta (1737),
Ordre des Hospitaliers de St. Jean de Jérusalem (1901),
Fratres Hospitalis S. Joannis del Xenodochium Hierosolymitanum (1113),
Fratres Hospitalarii,
Ordo Fratrum Hospitalis S. Ioannis Hierosolymitani (Bonifacio VIII),
Cavalieri di S. Giovanni d'Acri (1187),
Militia Rodiensis Hospitalis S. Ioannis (1307),
Religione e Ordine di S. Giovanni Gerosolimitano (1530),
Ordine di San Giovanni di Gerusalemme (1802),
Equestris Ordo Melitensis,
Militia Melitensis,
Cavalieri di Malta,
Ordre Souverain des Hospitaliers (1926),
Sovrano Militare Ordine di Malta (1927),
Después de la fusión con los templarios:
Cavalieri di Rodi (1955),
Ordine di San Giovanni (1865),
Sovrano Militare Ordine Gerosolimitano di Malta (1951),
Sacro Militare Ordine Gerosolimitano (S.M.O.G.) y Sacro Militare Ordine di Malta (S.M.O.M.),
Sacro Militare Ordine Gerosolimitano di Malta (1955),
Fratres Hospitalarii S. Ioannis (1955),
Fratres Xenodochii Hierosolymitani (1955),
Religio Hierosolymitana (1955),
Religio S. Joannis Hierosolymitani (De Luca),
Militia S. Joannis Hierosolymitani (De Luca),
Milites Hierosolymitani (Petra),
Ordo S. Joannis Hierosolymitani vulgo Equites Melitenses (1908),
Hierosolymitani Milites (1890),
Souverain Ordre Militaire de Malte (1921),
Ordine Gerosolimitano (1929),
S.M.O. Gerosolimitano, detto di Malta (1936),
además de Orden de Malta o Caballeros de Malta.
Junto a la nobleza tradicional, se acepta hoy en la Orden a personas dotadas de nobleza absolutamente personal, basada en una ejemplar vida cristiana, méritos hacia la orden. El Gran Maestre ejercita sobre ellos un "ius nobilitandi" al recibirles en la Orden. Antiguamente a la nobleza de sangre se le reservaba la Primera clase o Caballeros de Justicia aunque las actuales constituciones no explicitan este requisito. Si está reservado para la nobleza de sangre el primer y segundo grupos de la Tercera clase, es decir los Caballeros de Honor y Devoción (en sus cuatro líneal genealógicas) y los Caballeros de Gracia y Devoción (en su línea paterna). Sin embargo, las actuales constituciones señalan que "la presentación de la prueba de nobleza no constituye un derecho de admisión a la Orden"
El Gobierno de la Orden de Malta está en manos del Gran Maestre; Dei gratia Sacræ Domus Hospitalis Sancti Johannis Hierosolymitani et Militaris Ordinis Sancti Sepulchri Dominici Magister humilis, Pauperumque Jesu Christi custos. Parte de este título conmemora la concesión, que sólo fue temporal, del Maestrazgo de la Orden del Santo Sepulcro al Gran Maestre Pierre d'Aubusson en 1489 por el Papa Inocencio VIII. Otros títulos suyos son: Hospitalarius, Pater Domus hospitalis Jerusalem, Prior Servus et minister hospitalis, Institutor ac prepositus Hierosolymitani Xenodochii, Fidelis elemosinarius, etc. Ostenta la dignidad de Príncipe del Sacro Romano Imperio, reconocida por Austria e Italia. Es ex-príncipe reinante de Rodas y Malta.
Se puede considerar a Pedro Gerardo como el primer Gran Maestre de la Orden. El jefe de los cruzados, en recompensa de los servicios prestados durante el sitio por los hospitalarios, acompañado por Robert Lamaison, quienes habían recogido y cuidado a los heridos, les hizo donación de varios dominios. Algunos de aquellos guerreros abandonaron las armas y tomaron el hábito religioso en aquella mansión, y en 1113 el papa Pascual II dio un carácter oficial a la Cofradia de San Juan por un decreto pontifical que arregló su organización. En 1118 murió Gerardo y fue llamado a sucederle Raimundo Duspuy, que viendo crecer el poder y las riquezas de la Orden, comprendió que estaba llamada a grandes destinos. Por aquella época, Siria había vuelto a caer en manos de los sarracenos y la situación de los cristianos en ese país era precaria. Raimundo se comprometió a proteger a estos cristianos y dio a la Orden la doble misión religiosa y militar que debía caracterizarla en adelante. Organizándola además en dos grandes clases, repartiendo los hermanos en caballeros, destinados al servicio de armas, y sacerdotes. Además dividió a la Orden en siete compañías o lenguas, que eran las siguientes:
Provenza., Auvernia, Francia, Italia, Aragón, Alemania, Inglaterra, Castilla. El Gran Maestre estaba imbuido de poder supremo como jefe de la Orden que era, concedido por elección.
Los bienes que la Orden tenía en Europa y Asia eran administrados por preceptores y constituían una especie de feudos divididos en prioratos, bailiajes y encomiendas, concedidos bajo ciertas condiciones a los jefes de la cofradía y formando una especie de feudalismo vitalicio.
Los miembros de la Orden llevaban una túnica negra, con manto del mismo color, en el que aparecía una cruz blanca de ocho puntas, como en la cota de mallas. Este Gran Maestre de la Orden de Malta murió en el año 1160.
Los siguientes Grandes Maestres de la Orden fueron Auger de Balben, Gilberto de Saly, Castus y Joubert de Siris, que fue regente del reino de Jerusalén después del advenimiento de Boemundo III y logró la adquisición de la fortaleza de Margat, uno de los pricipales baluartes de los cristianos.
En 1177 el Gran Maestre de la Orden de Malta fue Roger de Moulins, época en la que hubo violentas querellas entre los caballeros de la orden de San Juan y los Templarios. Saladino, aprovechando estas discordias, tomó Acre, muriendo en esta batalla Roger de Moulins.
Garnier de Siria le sucedió y participó en la batalla de Tiberíades. Tuvo por sucesores a Ermengard Daps en 1194 y después a Godofredo de Duisson, en cuyo tiempo el odio entre ambas órdenes rivales, los Templarios y la Orden de Malta, estalló en sangrientas luchas.
Posteriormente fue Gran Maestre Alfonso de Portugal, que se atrajo la enemistad de los caballeros por su severidad y por las reformas que quiso introducir entre ellos, siendo obligado a abdicar.
De 1204 a 1244 se encuentran los nombres de Jorge el Ratón, Guerin de Montaigue, Bertrand de Camp y Pedro de Villebride, como Grandes Maestres. Tres años después de este último, elegido en 1241, debe colocarse la toma de Jerusalén por los karismianos y la cruenta batalla que durante dos días enteros ensangrentó el suelo de Palestina, pereciendo este Gran Maestre junto a multitud de caballeros.
Guillermo de Chateauneuf se reunió con San Luis delante de Damieta en 1249.
Los miembros de la Orden que llegaron a Rodas, así como los estamentos de la Orden, se agruparon a principios del siglo XIV de acuerdo con los idiomas que hablaban. Fueron inicialmente siete "Lenguas": Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón (y Navarra), Inglaterra (con Escocia e Irlanda) y Alemania. En 1462 Castilla y Portugal se separaron de la Lengua de Aragón y formaron conjuntamente la octava Lengua. En el siglo XVI, la Lengua de Inglaterra fue suprimida y posteriormente, en 1782, restablecida de modo provisional bajo el nombre de Lengua Anglo-Bávara. Cada Lengua se componía de Prioratos o Grandes Prioratos, Bailías y Encomiendas.
En la actualidad, la Orden se estructura territorialmente en: Grandes Prioratos, Prioratos, Subprioratos y Asociaciones nacionales. Cada organismo se estructura interiormente de un modo distinto. A su vez, estos pueden constituir Delegaciones. Además, en cada Estado poseen sus propios organismos y fundaciones.

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